Hace 2 días se cumplieron mis 49 días haciendo las 49 planas que leí en el twitter de Alfonso León. Debo aclarar que primeramente creo en Dios sobre todas la cosas, pero también creo en que la energía que tenemos puede mover montañas, es algo así como que va de la mano con la fe.
Nuestras energías sí influyen en nuestro alrededor, por ejemplo mi hermano, un adulto ya (yo aún le digo hermanito) tiene 25 años, es muy alegre pero cuando está molesto o algo malo le está pasando, créanme la energía que transmite se percibe en todo el ambiente, a él le pasa algo y en la casa (somos 4 viviendo allí) lo sentimos y no sé cómo hace pero inmediatamente todos inconscientemente corremos a ayudarle o a tratar de que se relaje, porque por una extraña razón su mal humor a todos nos perturba… OJO no siempre está molesto y no estoy diciendo que sea un amargado, no no, todo lo contrario es sumamente alegre, ocurrente, atrevido pero así como inyecta alegría su “infelicidad” también es poderosa.
Cuando nos sentimos mal e insultamos o decimos cosas groseras, hay una especie de cadena que comienza a armarse, todo lo que viene va a ser malo, al menos de que me dé cuenta a tiempo (que es muyyyy difícil) y logre pensar en cosas buenas; por eso creo que al taxista que siempre anda refunfuñando es al que más cornetas le tocan, al que más carros se le atraviesan, es el que siempre tiene al niño de la señora X gritando y llorando a las 12 del mediodía dentro del taxi e incluso creo que por esa mala energía pueden hasta robarlo… esa es la cadena de hechos a la que me refiero.
Continuando con mi hermano, hubo un hecho específico que recuerdo y que fue por el que supe que sus energías son muy fuertes. Había una mesa muy pesada que acababa de pagar, esta mesa era muy importante para una inauguración, él estaba muy molesto (ya no recuerdo por qué) y le pedí el favor de moverla, caso seguido: la mesa se partió a penas él la movió… ¡Dios Santo! Otra vez llamar al señor del flete, al carpintero, llevarla, traerla… no no y esto no es todo, cuando él está feliz todos estamos felices pero cuando él está molesto incluso en su trabajo hasta bajan las ventas (con esto quiero dejar claro que tal vez YO soy igual pues soy mucho más impulsiva, de esto hablaremos luego) quizás mis fuerzas sean igual de fuertes que las de él, pero no las noto, noto las de mi hermano, porque son las que veo desde afuera…
Quizás después de todo esto piensen qué tiene que ver ese cuento con las 49 planas de Alfonso León… Tiene que ver y mucho, porque esa energía no la tiene sólo mi hermano, la tenemos todos… El secreto está en saberlas usar positivamente.
Lama Gangchen Rinpoche dijo:
“El mismo movimiento que usted percibe ahora allá afuera, está sucediendo ahora dentro de usted. Todo el tiempo es así. Por ejemplo, antes de llover, cuando el cielo oscurece y el aire se pone más pesado, también su cuerpo y su mente se ponen más tensos. Mientras que, al contrario también ocurre: lo que pasa en su interior tiene una influencia directa sobre el mundo externo”
Si mi mundo se dedicó a escribir 49 veces una misma frase por 49 días, mi energía interna está buscando que la externa se cumpla según su más profundo deseo.
Fue una gran experiencia de aprendizaje, dedicación y disciplina, cada día fue una prueba de fortaleza; quizás esa petición de mis 49 planas no se haya cumplido aún, pero mi consciencia y mi subconsciente lo siguen llamando.
No crean que soy una mujer muy espiritual, que practica Feng Shui o la Metafísica, sólo busco en mi interior esas ganas inmensas de ayudar a Dios a cumplir mis más grandes metas.
Con las 49 planas visualizas, sonríes y sueñas… a más de uno se las he recomendado, te sientes bien contigo mismo ya que eso que se ve tan fácil me dejo un dolor intenso en mi pulgar derecho, se hicieron parte de mi día a día y hoy ya no escribo las 49 sino sólo una en mi agenda para mantener en el universo presente mi anhelado deseo.
MCG
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